¿Por qué no?

Esta hipótesis afirma entonces que la tierra fue habitada por seres humanoides gigantes o, incluso, una variante de mayor tamaño de la especie humana. Lo más increíble de todo, es que estos gigantes anduvieron por el planeta hasta no hace mucho tiempo.



Rastros de gigantes

Para estudiar esta posibilidad analizaremos las evidencias que están a nuestra disposición. Estos rastros de los gigantes son muy variados y los podemos encontrar a lo largo y ancho de todo el mundo. No hay cultura en la que no se mencionen y no hay religión que no explique su origen. Si bien en cuanto al origen todos discrepan, que sea un conocimiento tan extendido implica que no se trata de algo circunstancial, sino más bien de algo común. 



En cuanto a la cantidad de estos seres, se podría decir que fueron una minoría en comparación con los humanos de estatura promedio, pero eso no quita que hayan sido muchos. Tampoco podemos afirmar si fue una o varias razas, ya que los relatos varían en cuanto al tamaño y características, pero eso tampoco conlleva una contradicción. Hoy tenemos algunas personas de más de un metro noventa y otras de menos de un metro cincuenta y nadie se atrevería a decir que unos u otros, no son humanos. Estas diferencias se ven en la naturaleza con mayor claridad, con sólo ver a un perro gran danés junto a un chiguagua, comprenderemos que dentro de la misma especie en el reino animal, la diferencia de tamaño entre las diferentes razas es algo de lo más normal ¿Por qué los humanos serían la excepción? ¿Por qué no podría haber habido gigantes?



Comenzaremos entonces por examinar las evidencias, que son abundantes y están más a simple vista de lo que se puede suponer.

Seguir leyendo