Este nuevo tipo de evidencias ya la anticipamos en el punto anterior y está también a la vista de todo el mundo. Se trata de las dimensiones de los edificios antiguos. Nuevamente podemos remontarnos a tiempos prehistóricos donde los monumentos megalíticos se pueden hallar en todo el mundo. El peso y tamaño de estas rocas hacen inconcebible que hayan sido levantadas por humanos de tamaño promedio. Cada vez que se han hecho restauraciones en la actualidad, ha sido necesario utilizar grúas y todo tipo de tecnología moderna para llevarlas a cabo.
Luego tenemos los edificios griegos, los monumentos egipcios o las pirámides repartidas por todo el mundo. Son todas construcciones que nada tienen que ver con las proporciones humanas que conocemos. Tanto los portales como las salas en todos estos lugares son innecesariamente grandes, a no ser que allí concurrieran personas mucho más grandes que las que vemos hoy.
Gigantes hace poco tiempo
Pero si abrimos más nuestra mente, nos daremos cuenta que no es necesario irse a Egipto o a los templos griegos para reconocer el desfasaje de tamaño con respecto a los humanos actuales. Sal a la calle y dirígete al centro de tu ciudad. Piensa en lo que ves cuando te encuentras frente a una entidad bancaria de principios del siglo pasado o ante un edificio gubernamental de la misma época. Yo puedo decirte lo que verás ya que en todas las ciudades del mundo sucede lo mismo. En estos edificios teóricamente realizados de comienzos del siglo XX hacia atrás, también encontrarás que las dimensiones son exageradas en relación al tamaño de los humanos.
Sucede también con las iglesias o palacios, sus tamaños son más adecuados a gigantes que a personas comunes. Siempre se ha explicado que estos tamaños se deben al deseo de la gente poderosa a generar el asombro, la sumisión o el complejo de inferioridad en la plebe. Pero no sería más simple si, en realidad, esas grandes puertas, salones enormes y espejos descomunales, respondieran a qué hace no tanto, circulaban por el mundo personas de esas medida. Para aquella gente sería una falta de respeto hacer que se agachen para entrar en lugares importantes. Las casas comunes por supuesto no tenían esos tamaños, por lo que se deduce que esta gente grande, así como lo representa el arte, ostentaba un alto rango social y se les debía un determinado respeto. Lo curioso de estos antiguos edificios, es que no hay registros fotográficos acerca de su construcción, mientras que los edificios posteriores a 1930, que ya tuvieron las dimensiones adecuadas a los humanos, si tienen fotos de su construcción y todo tipo de datos al respecto. Pero cuando ves fotos antiguas, los edificios que podrían haber sido construidos para gigantes, siempre están terminados, nunca en construcción. De hecho normalmente están rodeados de calles de tierra, con algunos carros y muy poca gente circulando, por lo cual no se entiende la aparición de semejantes edificios en el medio de la nada.
Resumiendo
Para resumirlo un poco, de la edad media hasta el 1900, sin tener en cuenta las construcciones de la antigüedad de las que ya hablamos y que son un misterio de por sí, se hicieron edificios con dimensiones que no coinciden con la anatomía humana que conocemos. De estos edificios no hay registros de cómo se pudieron construir, ya que además hay detalles técnicos que desafían la arquitectura actual, pero eso requiere una profundización en asuntos de tecnología que excede el marco de este trabajo. La explicación oficial nos dice que los constructores medievales guardaban sus técnicas en secreto, y de hecho ese fue el origen de la masonería. En cuanto a los últimos edificios de esas características, los datos que existen, al no haber registros gráficos pueden ser tranquilamente falseados. De hecho, cuando se investiga los edificios de más de 100 años, parece que hubieran estado siempre ahí. Hay fotos a partir de 1840 o grabados más antiguos que muestran estos edificios monumentales, como dijimos antes, en medio de la nada. Es posible entonces que hasta hace aproximadamente 200 años, hubiera aún gente mucho más grande recorriendo nuestras ciudades, pero algún tipo de reseteo los hubiera borrado de la faz de la tierra. Cada vez nos acercamos más en el tiempo, por lo que las evidencias son mucho más tangibles.
